Enero 2024
Hoy el desafío está en cómo regular las semillas editadas genéticamente.
El proceso de mejora genética tradicionalmente se basa en identificar rasgos de interés y transferirlos mediante polinización a materiales comerciales, o inducir cambios en el genoma de manera generalizada mediante cultivo de tejidos, y el uso de agentes mutagénicos como la radiación ionizante, luz UV y agentes químicos. Estos ajustes ocurren tanto en la naturaleza, como por intervención humana.
En el 2012 el descubrimiento de la herramienta CRISPR-Cas9 capaz de localizar y corregir el material hereditario marcó un hito para la humanidad. En el sector agrícola aún más, dado que es posible eliminar, ajustar o mejorar los rasgos de un cultivo de manera precisa, y en mucho menor tiempo. Las nuevas técnicas no incorporan información genética adicional, sino que ajustan la genética del propio cultivo. Es por esta razón que muchas de las normas jurídicas que están emergiendo sobre este tema se basan en la comparación con el mejoramiento convencional.
El estatus legal de una semilla editada depende de las normas establecidas a nivel de país con base en un proceso que determina si la semilla es un Organismo Vivo Modificado (OVM) o no. Para Argentina, Australia, Colombia, Brasil y Estados Unidos, una semilla editada es equivalente a una convencional en ausencia de un ADN foráneo.
Centroamérica aplica la misma lógica jurídica, con la particularidad de que dispone de normas que son ejemplares por su abordaje internacional y procedimientos específicos. Los países de Centroamérica son signatarios del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología o Convenio de Diversidad Biológica que define a un Organismo Vivo Modificado (OVM) como “cualquier organismo vivo que posea una nueva combinación de material genético obtenido mediante el uso de la biotecnología moderna”. Las palabras clave para aclarar qué es un OVM son “nueva combinación de material genético”. Como las semillas editadas genéticamente no tienen combinaciones de material genético no son consideradas como un OVM. Además en Centroamérica se define que una nueva combinación de material genético significa una inserción estable de ADN que no podría obtenerse mediante mejoramiento convencional o está disponible en la naturaleza. Este antecedente legal proporciona una perspectiva para países con normas aún en discusión y ofrece un término a nivel internacional para una discusión basada en ciencia.
Un ejemplo de la evolución regulatoria está ocurriendo en Europa, donde una resolución del Tribunal Supremo había ordenado que la norma de organismos modificados genéticamente (OMG) se aplique a las plantas con genoma editado. Esto llevó a un análisis y a una propuesta de norma en 2023 donde efectivamente se reconoce la equivalencia de la mejora convencional con ciertas técnicas de edición del genoma.
El mejoramiento basado en técnicas de edición genética es una realidad. En EE. UU., se pueden encontrar hojas de mostaza menos picantes que parecen lechuga y se mantienen frescas por más tiempo, y, aceite rico en ácido oleico, saludable y estable a la temperatura producido con nuevas variedades de soya. En Japón, se disfruta de tomates enriquecidos que pueden reducir la presión arterial, y Filipinas autorizó un banano que no se pone marrón.
Productos mejor vida útil, mejor textura, yuca sin cianuro, arroz con bajo contenido de arsénico, cacao bajo en cadmio, trigo sin gluten, soja sin lectina y café bajo en cafeína, son algunas posibilidades de la edición genética. Afortunadamente los países están adoptando normas que favorecen los análisis técnicos y científicos, para que las nuevas semillas editadas puedan llegar a agricultor y al consumidor.
Artículo publicado en la revista Seed World Latam