Recientemente en Honduras se firmó una alianza para mejorar y fortalecer el proceso de recuperación de envases plásticos del campo, lo que permitirá aumentar el volumen de plástico rígido recuperado que se irá a hornos cementeros como recuperación energética, resalta José Perdomo.
En el caso de Honduras, apoyamos un modelo de gestión en donde participan diferentes actores de la cadena, todos unidos en la búsqueda de una solución ambiental a los envases vacíos de plaguicidas. La idea de esta integración nació de una de las autoridades que regula al sector de los agroquímicos, específicamente del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria, SENASA, quien al conocer el programa CampoLimpioSM que ejecuta nuestra asociación local AHSAFE, lo tomó como base del proyecto, que hoy tiene el respaldo de toda la industria de protección de cultivos y de fertilizantes, de la cementera CENOSA y de la autoridad. Un modelo similar está siendo implementado en República Dominicana, agrega Perdomo.
Estas alianzas son claros ejemplos de un concepto mayor conocido como responsabilidad compartida y extendida y que está claramente explicada en el Código Internacional de Conducta para el Manejo de Plaguicidas de la FAO.
Otro de los factores de éxito del programa CampoLimpioSM es la normativa que obliga a toda la cadena agrícola a participar en el proceso de recuperación y disposición de los envases y una fiscalización efectiva por parte de las autoridades locales competentes. Al respecto Perdomo agrega que en los países en donde existen normas obligatorias el porcentaje de envases recolectados es mucho más alto, lo que indica que debemos ir hacia allá, a tener normas que obliguen y sancionen a quien no la cumpla. El agricultor debe lavar los envases, inutilizarlos y llevarlos a un centro de acopio; los comercializadores y todos los fabricantes deben asegurar el manejo de estos centros de acopio y transportar los envases a su destino final, sea horno cementero para recuperación energética o una planta recicladora que cumpla con todos los permisos o licencias ambientales. Así todos nos sumamos activamente a avanzar hacia una agricultura más sostenible y a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, específicamente con el número 12, sobre producción y consumo responsable y el 17 sobre alianzas.
La estandarización de los programas de recolección y disposición de envases en América Latina bajo la marca CampoLimpioSM es otra de las claves del éxito de este programa, que nació hace 30 años. Hoy la marca CampoLimpioSM está altamente posicionada, es una marca de servicio de propiedad de CropLife Latin America que es licenciada a las Asociaciones Nacionales afiliadas a nuestra red, para que ellas puedan ejecutar el programa bajo parámetros establecidos, asegura Perdomo.
Hace 30 años cuando comenzamos de manera voluntaria como industria a impulsar el programa en la región fue difícil tener eco con los agricultores, los comercializadores, los otros fabricantes que no son parte de CropLife Latin America, y con las autoridades. Sin embargo, a pesar de las dificultades logramos poner en marcha proyectos en los 18 países de la región, porque el programa ofrece una solución a una necesidad para el agricultor, y es sacar los envases del campo. Hace 20 años Brasil emitió una norma que obliga y adjudica responsabilidades a todos los actores de la cadena frente a los envases vacíos de plaguicidas. Hoy Brasil recupera y recicla casi el 100% de los envases vacíos de plaguicidas. Desde entonces, y a tono con una mayor conciencia ambiental, distintos países han implementado normas y leyes que obligan a hacer una disposición responsable de estos envases. Hoy en día, a muchos exportadores se les exige demostrar con certificados que sus envases han sido responsablemente reciclados para poder exportar a sus destinos, no hay vuelta al pasado, es hacia el futuro que debemos enfocarnos y con CampoLimpioSM estamos creándolo responsablemente, relata Perdomo.
*CampoLimpioSM, es una marca registrada por CropLife Latin America
SM: Service Mark.